jueves, 16 de julio de 2009



"¡Oh caminante en el sendero de Dios! Toma tu porción del océano de su gracia y no te prives de las cosas que yacen ocultas en sus profundidades... Una gota de este océano, si fuera derramada sobre todos los que están en el cielo y en la tierra, sería suficiente para enriquecerles con la munificiencia de Dios, el Todopoderoso, el Omnisciente, el Sapientísimo..."

lunes, 29 de junio de 2009

El resto de las cartas.

A mis opciones: las que están regadas frente a mí. A las que son obvias y grandes y exuberantes, y a las pequeñas y disimuladas pero importantes. A ustedes que se hacen llamar oportunidades por los entusiastas, y a las que son simples pasos que hay que seguir para llegar más adelante. A las que están como flores a los lados del camino de piedras, esperando que las tome para que me acompañen. No se me acerquen mucho que me confundo entre tantos colores, no se me escondan tanto que se me pierden entre tantas flores.

A mis estrellas que este año harán falta: quienes no dejan de brillar. Estrellas pintaré en mi techo para recordar, que me acompañan y que me seguirán siguiendo, y que seguiré recordando. Que se acuerden que me pueden esperar, después de la vuelta al mundo volverán a brillar. Que me busquen en el cielo donde seguro estaré, pescando estrellas como ustedes, de esas que seguirán brillando, de esas que se siguen recordando…

A las luces que se están encendiendo: Una mecha invisible que las enciende una por una, dando cada vez más luz, opacando cada vez más a la luna. Velas que dan. Que dan luz, que dan cera, que dan calor, velas que dan. ¿Luces que parecen estrellas, estrellas que brillan como luces? Velas hermanas encendidas por la misma sustancia, llenas de amor y amistad humana, huelen como a la misma fragancia. Luz que deja ver los colores, luz que deja oler los olores…

A ti que te fuiste: Te fuiste, así está bien. Que te guíen tus propias luces bellas, que te lloren tus nubes y tus propias estrellas. Que camines por tu camino, y yo por el contrario, el mío. Que lo que nunca ha sido es por que no debe ni puede ser, y lo que será algún día pues debió por lo menos poder nacer.

A ti que te volveré a ver: Ya te escucho riendo, te veo escribiendo. Te escuché que llegabas, y justo ayer vi que entrabas. No has llegado, pero ya hablé contigo. No te has ido, pero ya te estoy extrañando. Vamos a cantar esa canción que cantamos, vamos a reírnos de esa risa que nos dejó llorando. Vamos a ser amigos de esos que quedan, cuando dos personas se han querido tanto.

A lo que me acostumbré: te veo hoy, te veo mañana. Se repite semana tras semana. Si te gusta cambia, si no te gusta cambia. Tenemos que entender, que hay que querer todo lo que podamos querer, lo que tenemos, lo que extrañamos, ahí que quererlo todo, mientras nos vamos. Que nada dura más de un tiempo, que todo cambia, así sea sigiloso y en silencio. Que los golpes y empujones de la vida, nos llevarán arriba; que si no estás abajo no hay a donde subir y si estás arriba siempre habrá donde caer. Que si no corres te duermes, y que si nunca corres pues nada tienes. Que no te sientes en el sillón a ver la vida pasar trotando, que tampoco te apresures tanto. Mira a los lados, llévate al que veas, sonríele al mundo, sirve mientras puedas.

martes, 19 de mayo de 2009

Dedicado los bahá’ís que están en prisión por sus creencias religiosas en Irán. En la actualidad, hay 46 bahá’ís encarcelados en todo el país.

Héroes, arrastrados hacia la batalla.
Guerreros, forzados a batallar.
Firmemente ocupan sus almas
Las primeras filas del ejército celestial.

Jóvenes cuyas vidas apenas empiezan a vivir
Bañados de sacrificio, dispuestos a morir.
Rostros llenos de sonrisas y agrado
Decididos a darlo todo, todo por su Bienamado.

Padres de familia, lo dejan todo atrás
Lloran los cielos, pero aquellos jamás.
Banderas de valentía adornan su andar
Vientos de pruebas los pretenden desviar.

Lloran los cielos, el mar, los soldados.
Lloran los ríos, los vientos, los amados.
Lloran los enemigos, los guerreros de atrás.
Lloran las aves, pero aquellos jamás.

Sonríen y caminan envueltos de amor,
Libres de todo, marchando con valor.
Rejas y hierro pretenden apresar,
Fuerzas que el cielo y la tierra han hecho temblar.

Ángeles de valentía, de amor, de coraje.
Ángeles de vida, de muerte, de ejemplo.
Prisioneras ante este mundo,
Pero libres…libres como el viento.


viernes, 10 de abril de 2009

Lo bueno nunca es malo

Mis papeles, la vida al revés, y la guitarra. La canción que no te canté pero si te escribí, las frases en que me perdí. Las lágrimas que yo lloré y que tú nunca viste, la lluvia que se había prometido. El viaje que empezó y no ha terminado. Las despedidas que se escaparon de ser finales para refugiarse en pausas. El Play que nunca faltaba. Los sueños en que apareciste, la historia que no se acababa. El pedazo de mí que es tuyo, las manos que te presté, la libertad que te devolví. Las fotos que no eran de mí, pero eran mías. Todo lo que no es mío. Eso que por fin dijiste, eso que me dejó esperando. Todo lo bueno, muy mal formulado. Ese mundo al que no pertenezco, tu pasado que es un cuento. Ese cielo que construí, aquella falla en donde caí. La vez que me recogiste, las canciones que nos robamos. Las líneas que llenaste, el espacio que dejaste. Mis risas que te daban risa, tus sorpresas que me han molestado. La alegría que siempre sigue, tus ojos otra vez cerrados. El parque que ahora siempre está oscuro, la respuesta que nunca conseguí. Las risas que aún faltan, tus sonrisas que no se me han acabado. El paseo al que te fuiste sin avisar, el viaje del que no has regresado. La distancia que dejamos, la herida que curamos. Las vidas que ahora son dos, la amistad que tanto amamos. Mis papeles, la vida al revés y la guitarra.

jueves, 9 de abril de 2009

East and West


"Marzieh was all the romance, the beauty, and the mystery of the East, and Harold was the logic, the calm, the pragmatism of the West - The head and the heart. They were a wonderful couple..."

miércoles, 8 de abril de 2009

Carta para que no leas

Yo aquí y tú acercándote. Siempre caminas hacia mí, de un lado o del otro, pero siempre hacia mí. Años es lo que nos separa, años que se traducen en tiempo que a la final se comprimen en meses, en que nos seguimos conociendo, en que nos seguiremos. Y ella como siempre nos está viendo.

¿Te acuerdas de ella? La que me mencionaste esa noche, en que nos murmuramos las primeras miradas, en que vimos pasar nuestras casi primeras palabras… Esa que me acuerda a ti cada vez que la veo, con sus cambios de humor, y de apariencia, no se si ella te recuerda a mi, pero eso creo…

Pues sí, esa luna mismísima, te cuento que siempre nos está viendo. Se burla de ti y de mí, y de cada paso errado y de cada salto bien dado, que junto al repertorio infinito de nuestras canciones, parece para ella un baile. Una especie de danza, que le rendimos a ella y no a nosotros mismos, una especie de alabanza.

Luego está ese repertorio de canciones que ya mencioné, un mar de palabras y sonidos. Ideas y frases y melodías que te traen cuando yo te pida, o cuando no te quiera aquí. Que me llevarán a perseguirte o acompañarte, cuando Dios no quiera, ni tú ni yo estemos aquí. Ese mar con olas de esas que suenan como canciones, que te golpean insistentemente, cuando pediste específicamente, que no te mojen. Con olas de esas conformadas por gotas que me mojan a mí también, que me caen en la cara y a veces no me dejan ver. A ese repertorio, Nuestro repertorio, le seguiremos agregando canciones aunque no queramos, pero por otro lado: que lindo es el mar.

Volviendo a la luna, y a ti y a mi, y al espacio que nos separa.

De un lado, están las praderas o la playa o las montañas o eso que te parezca lo más bonito, que pertenece a la realidad bien disimulada, o a lo más real de lo más real, que a la vez parece una fantasía o una idea soñada. Te juro que tanta alegría causada por mis malas interpretaciones, me intoxica. Esas ideas disfrazadas de “bonito”, me asfixian, esas que me saben a “dulce” me envenenan. Me agradan, sí, pero no me mantienen cuerda.

Y del otro lado aquella frialdad bastante fingida, ese “no te miro”, ese “te ignoro”, aunque en realidad te necesito. Donde la brisa pasa fría, ya casi congelada, usando su último suspiro, diciéndote “te extraño” en una mirada…

Y en la mitad de esos dos extremos, adivina…. sí, una fina línea en que debemos caminar. O no QUE DEBEMOS, pero que yo quiero que caminemos. Porque así somos las mujeres, teniendo miles de opciones y formas de hacer las cosas, solo una nos agrada, solo una nos funciona.

Entonces, Tú de tu lado muy feliz, yo medio loca ya, la línea tan delgada, y del otro lado, en ese otro extremo, algo que definitivamente ninguno de los dos queremos. Además, tú con tu terrible sentido del equilibrio, con tu personalidad tan extremista, esa falta de balance que eres tú. Y yo pidiéndote que camines por la línea?

Debí saber que no iba a funcionar. Me corrijo: sabía que no iba a funcionar. De un salto te lanzaste al otro lado, tal vez eso es lo que crees que te pedí. No sé, pero con tu rapidez de voltearte la mente, con tu agilidad de rotar tus acciones, estás ya del otro lado. Sin duda, tienes talento.

Pero como una adicta cuando vuelve a tener consciencia, disfruto de actuar por mi misma, de detener y acelerar mis pasos sin estar afectada por tu presencia. De ver algo más, de ver a mi alrededor. Te dije una vez, pero tan complicada yo que no me entendiste, que nuestra alegría debe estar dada por muchas cosas, nuestras sonrisas, formadas por miles.

Me escucha la luna cuando me pregunto: será que siempre serás la esencia del desequilibrio? Dejarás de actuar como droga para que seamos en realidad amigos?

No puedo pedirte que cambies tu forma vivir, de actuar ni de pensar, ni pedirte que hagas el esfuerzo de caminar por esa línea tan fina, que dejes de bailar.

De todas formas corazón, sabes que te quiero.

Está carta fue escrita como dice su nombre para que no la leas. Y si la llegas a leer, espero que entre tantas palabras y frases y recuerdos, no logres entender… Para no marearte, en este mar de emociones y sentimientos, de cariños y resentimientos, te dejaré de aquel lado, en el que puedo por lo menos pensar. Y cuando sientas que puedas, cuando me empieces a extrañar, no a los colores y las figuras y las siluetas, que combinadas a mis ojos son ilusiones perfectas, si no a mí, no al triunfo de tenerme siempre, ni a la gloria de ganarte dos medallas que te sirvan de manera intermitente, si no a mí. Cuando me extrañes a mí, no dudes en volver, y corazón tengamos cuidado de no volver a dejarnos caer….

miércoles, 25 de marzo de 2009

jueves, 19 de febrero de 2009

No hablas con la boca

Que me dices sin hablar
Que me cuentas con mirar
Como puedes explicar
Como entonas sin cantar

Tus ojos que me dicen
Que me dicen sin decir
Que me gritan, me susurran
Como me escuchan sin oír

Me saludan, se despiden
Me regalan, y me piden
Me acompañan, me describen
Son mi sombra, me persiguen.

Aunque hoy el sol se apague
Aunque el mundo se me acabe
Yo te digo simplemente
Con tu mirada, es suficiente.

Dibujos





Bajo este árbol

¿Cómo no quererlo?
Si fue bajo este árbol
Que nos conocimos,
Hablamos y vivimos.

¿Cómo no quererlo?
Si fue aquí que nos sentamos.
Aquí fue que soñamos,
Soñamos dormidos, soñamos despiertos.

¿Cómo no quererlo?
Si fue aquí en donde el sol
No nos pegaba,
Por donde las estrellas se asomaban.

Se asomaban y nos veían,
Nos veían reír,
Nos vieron jugar,
Nos vieron bailar.

¿Cómo no quererlo?
Si fue aquí donde por última vez te vi,
Bajo este árbol
Fue que te perdí.

Bajo este árbol nos despedimos,
Aquí fue que te lloré, te extrañé.
Pero es aquí también donde te esperaré,
Bajo este árbol...

Le cantas

La noche estaba oscura y serena. La luna se veía hermosa. Un hombre desconocido se acercaba despacio, cantando con una voz grave, casi ronca. Yo embelesada lo escuchaba. Cuando las sombras no lo podían ocultar más, me di cuenta. Mi sangre se volvió caliente y lo espere allí. Rabiosa, con los insultos afilados. Y aquel conocido seguía cantándole a la luna, acercándose cada vez más…




Es temprano y veo personas llegando
Miro hacia arriba y ahí me quedo.
Me quedo viendo,
Pensando, admirando.

A través de la ligera neblina
Se ven las oscuras ramas
Que se extienden como brazos con vida
Invitándome a entrar cada mañana.

Detrás de aquellas ramas,
Se divisa un fondo perfecto
Azul y rosado y oro
Pintan y adornan el cielo

Escucho a lo lejos que me hablan,
Bajo la mirada de aquella maravilla
Sonrío y me recuerdo a mi misma
Que esto lo puedo ver cada día.

Label Me

Cordillera de los Andes – Venezuela

Mientras subimos por la carretera, bordeando las curveadas montañas, sentimos que nos perdemos en ellas. Nuestro mundo queda atrás. El pie de las montañas está muy al fondo, y ya no se distingue. Subimos y subimos, el viento cada vez más veloz, hasta que llegamos.

Un extenso lago del cual entran y salen pequeños riachuelos, se encuentra oscuro y quieto. Entre los riachuelos se ven pequeñas lomas adornadas con frailejones y de suelo húmedo y blando, Corro y rápidamente me quedo sin aliento, la neblina me rodea. El cercano sol quema la niebla y hace picar mi cara. Entre el cielo y la montaña se posa incómoda una colonia de pinos. El silencio, con excepción del agua.

Podría quedarme aquí para siempre, no necesito nada. Solo el páramo, mi pequeño pedazo de cielo…



miércoles, 18 de febrero de 2009